Cuando llegas a ese punto de decir: “ya no puedo pagar mi deuda de la tarjeta” lo mejor que puedes hacer es enfrentarlo. Pon sobre la mesa todas tus deudas y establece un plan de pagos sin que te endeudes más, ten en cuenta que hacer un hoyo para tapar otro nunca es la mejor respuesta. Para ayudarte en el proceso te recomendamos:

Dejar de utilizar las tarjetas de crédito que tengas, pues de lo contrario harás que tu deuda aumente y te endeudarás con otras instituciones financieras, agravando el problema.

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Negocia las deudas de las tarjetas de crédito: Acércate a la institución que te otorgó el crédito y trata de negociar tus adeudos. Habla con franqueza y proponles una propuesta de pagos viable.

Despachos de cobranza

En el caso de que tu cuenta ya esté en un despacho de cobranza, pide que te informen a detalle las condiciones del adeudo, el monto deudor y el número de pagos. Y para evitar malos entendidos a futuro solicita por escrito un convenio.

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Si tienes adeudos en varias tarjetas, pregunta en el banco si puedes unificar el saldo de las demás tarjetas, en la que cobre menos intereses.

Si no tienes adeudos y te molestan de forma indebida, no proporciones ningún dato personal al empleado que te haga la llamada y acércate a la Condusef.

En conclusión

Lo peor que puedes hacer es dejar que pase el tiempo sin hacer nada. Eso no sólo perjudica tu historial, también incrementa tu deuda: pues el banco te cobrará intereses por el capital pendiente más el tiempo que tardes en pagar: interés sobre interés.

Con información de la Condusef