Cada año, festejamos a los papás el tercer domingo de junio y es una fecha en la que aprovechamos para estar con ellos o recordar lo que hemos aprendido al estar a su lado y sobre todo recordando las lecciones que nos dan sobre el dinero.

Planea qué hacer con el dinero que recibes

Quizá la primera vez que recibiste dinero fue porque tus abuelos te dieron tu primer mesada o domingo, y por lo regular nuestros padres siempre nos dicen, “Si lo guardas tendrás más la próxima vez” o “Utilízalo para comprar algo que realmente quieras”. De cualquier forma papá siempre se encargaba de que reflexionaras sobre tu dinero.

Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para ahorrar

Los papás son especialistas en encontrarle un consejo a cada situación y es probable que cuando obtuviste tu primer salario se detuviera a aconsejarte no derrocharlo en tus planes de fin de semana. No importa a qué edad fuera ese momento, lo importante era que escucharas ese sabio consejo.

Vive por debajo de tus ingresos

Muchos papás bien saben que para vivir con tranquilidad y ahorrar hay que gastar menos de lo que se gana. Sin duda, este consejo es una de las estrategias de control financiero más efectivas.

“¿Cuánto y para qué?”

¿Te suena esta frase? Es quizá una de las más utilizadas por los padres al momento de que los hijos comienzan a pedir dinero para algún gusto. Es aquí donde la importancia de tener un presupuesto cobra sentido, ya que al momento de ahorrar se vuelve necesario saber con cuánto se cuenta y para qué se va a destinar.

Todo lo que vale la pena tiene un precio

Nadie mejor que los padres para enseñarnos que en la vida nada es gratis, pero muchas veces el esfuerzo tiene grandes resultados a largo plazo.

Gracias a nuestros padres aprendemos el habito de ahorrar desde pequeños y siempre están para darnos un buen consejo financiero.