Opciones de tarjetas de crédito hay muchas, entre ellas, existe una cuyo concepto no siempre es el más claro: la tarjeta para viajes. Como su nombre lo indica, está diseñada para los usuarios que viajan con regularidad dentro y fuera del país.

Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en México se ofertan alrededor de 19 plásticos en la categoría de viajes y millas. Sin embargo, muchas personas no tienen ni idea cómo funciona una tarjeta para viajes, no qué implica.

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Elegir una tarjeta para viajes debe ir más allá de solo la institución bancaria que la ofrezca, de otro modo puedes adquirir un plástico que finalmente no usarás. Asimismo, puedes acabar pagando más por un instrumento al que no le estás sacando todo el provecho.

¿Qué es una tarjeta para viajes?

Según expertos de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, son tarjetas de crédito asociadas a experiencias de viaje. Productos diseñados para usuarios que viajan con regularidad dentro del país, y que al menos tienen cinco vuelos internacionales por año. Si tu estilo de vida implica hacer viajes más esporádicos, es la primera señal de que seguramente hay un plástico mejor y mucho más barato para ti, uno que no necesariamente esté en la categoría de viajes o millas.

Ahora bien, asumiendo que sales del país cinco veces por año (quizá más) y que también haces frecuentes vuelos nacionales, es casi seguro que más de un banco haya detectado tus hábitos de consumo, y hayan ofrecido una tarjeta para viajes. Si estás en este grupo, o bien si ya cuentas con alguna tarjeta de esta gama, veamos cómo elegir o saber que estás usando la correcta.

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¿Vale la pena el tope mínimo para ganar el bono?

A las tarjetas de crédito asociadas a aerolíneas, y en general a las experiencias de viaje, les encanta engancharte con bonos de bienvenida que equivalen a vuelos gratis. Eso está muy bien, aunque hay un pequeño detalle. Si bien, cada banco es diferente, la mayoría de las tarjetas de viajero frecuente viene con una condición: debes gastar cierto monto en determinados meses, para obtener la bonificación.

¿Consideraste el monto mínimo de compra que te piden para obtener el bono? ¿Puedes alcanzarlo fácilmente sin gastar demasiado?

Atención: Al final del día, gastar dinero solo para alcanzar la bonificación de puntos no es un ahorro.

¿Una mejor alternativa? Si no viajas tanto, te sientes presionado por hacer la compra mínima en poco tiempo o acabarás gastando más por ese vuelo “gratis”, mejor busca una tarjeta de crédito que te devuelva al menos el 2% de tus compras a fin de mes. Es un esquema más modesto de recompensa, pero a la larga más funcional si eres un viajero esporádico.

La anualidad de la tarjeta para viajes suele ser muy alta

A nadie le gusta pagar la anualidad, es un cargo al que no le encontramos sentido. Sin embargo, cuando hablamos de mejorar las experiencias de viaje, esta alta anualidad vale la pena, si los beneficios y servicios incluidos compensan la cuota.

La anualidad de una tarjeta para viajes puede ir desde los 600, hasta los 2 mil pesos, dependiendo de la institución emisora.

¿Cuándo vale la pena tener una tarjeta de viajes?

Cuando el monto de la anualidad es menor al dinero que sumas de las bonificaciones que hacen algunas tarjetas al reservar vuelos y hacer compras en el extranjero, además de las tarifas preferenciales permanentes en cadenas hoteleras, y el acceso gratuito a la sala de espera (donde ahorras dinero en comida y agua en los aeropuertos).

Busca tu conveniencia en transacciones desde el extranjero

Prácticamente todas las tarjetas asociadas a experiencias de viaje incluyen una garantía de que no existen comisiones por transacciones en el extranjero, lo cual es una excelente alternativa si tus destinos frecuentes son fuera de México. Este tipo de cargos son uno de los costos ocultos más caros al viajar, por lo que es básico que siempre verifiques que la tarjeta elegida lo incluya. Si no está especificada esta cláusula, algunos bancos podrían aplicar comisiones de hasta 3% por cargos desde el extranjero, según especialistas de Mint.

El dinero que ahorras o gastas de más con tu tarjeta de crédito de viajes está en función de saber primero si tienes el plástico indicado. Por más atractivas que parezcan las ventajas de la tarjeta, si éstas no complementan su estilo de vida, será un plástico pesado de llevar. ¿Eres un viajero austero y frecuente?  busque una tarjeta que te reembolse las tarifas de la aerolínea, ¿Viajas mucho y trabajas en el camino?, consigue un plástico que dé acceso a salas VIP, ¿te encanta viajar, pero lo haces una o dos veces al año?, intenta una tarjeta tradicional de cashback y seguramente notarás mayor beneficio.

Con información de Forbes